Mire todos los aerosoles empujados a la atmósfera, desde incendios, volcanes y contaminación. Incluso sal marina lanzada al aire por huracanes

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Párate afuera y respira hondo. ¿Sabes lo que estás respirando? Para la mayoría de las personas, la respuesta es simple: aire. Y el aire, que es esencial para la vida tal como la conocemos, está compuesto por aproximadamente un veinte por ciento de gas oxígeno (O²) y setenta y ocho por ciento de gas nitrógeno (N²). Sin embargo, dentro del uno por ciento restante y el cambio hay varios otros gases traza, así como algunos otros ingredientes que no siempre son saludables.

Por ejemplo, respirar profundamente al aire libre, incluso en un día despejado, significará inhalar millones de gotas de líquido y pequeñas partículas sólidas. Estos últimos trozos de materia son lo que se conoce como aerosoles, que se refieren a suspensiones coloidales de partículas en el aire o el gas. Estas partículas potencialmente dañinas se pueden encontrar en cualquier lugar de la Tierra y, como muestra una visualización reciente de la NASA, pueden aparecer en grandes concentraciones en nuestra atmósfera.

La visualización proviene del modelo de Procesamiento Avanzado del Sistema de Observación de la Tierra Goddard (GEOS FP), que se basa en observaciones de satélites de la NASA que observan la Tierra para rastrear la presencia de aerosoles creados por incendios forestales, volcanes, tormentas y otros fenómenos. Estos satélites incluyen los satélites Terra, Aqua, Aura y Suomi National Polar-orbiting Partnership (Suomi NPP).

La versión anotada de la visualización (que se muestra arriba) destaca la producción del modelo GEOS FP para aerosoles el 23 de agosto de 2018. Ese día, los incendios forestales causaron enormes columnas de humo a la deriva sobre América del Norte y África, se produjeron tres ciclones tropicales en el Pacífico El océano y los fuertes vientos sobre el Sahara causaron que partículas de polvo arrastradas por el viento llenen el cielo. Todos estos aerosoles producidos que están representados en lo visual por diferentes colores.

Las partículas de carbono negro (rojo) se emiten como resultado de incendios forestales, así como de vehículos, fábricas y otras emisiones. La presencia de tormentas tropicales está indicada por aerosoles de sal marina (azul), que se lanzan al aire como parte de la pulverización marina. Las partículas que el modelo GEOS FP clasifica como polvo se indican en color púrpura. Como puede ver, los aerosoles de carbono se concentran en gran medida en el noroeste del Pacífico de África Subsahariana, donde las olas de calor provocaron incendios forestales este verano.

La visualización también incluye datos de luz nocturna recopilados por el conjunto de radiómetros de imágenes infrarrojas visibles (VIIRS) en Suomi NPP, que muestra las ubicaciones de pueblos y ciudades. Aquí también, uno puede ver la presencia de aerosoles de carbono que corresponden a las emisiones antropogénicas de carbono. Las tormentas de polvo también son evidentes en todo el noroeste de África y el Sahara, así como en Medio Oriente y China occidental.

Una segunda representación visual, que proporciona un primer plano de Asia (que se muestra a continuación), también muestra la interacción entre las emisiones de carbono, el polvo y los aerosoles marinos. Una vez más, los datos de luz nocturna indican las ubicaciones de las principales ciudades, corredores urbanos y centros de transporte. Sobre las regiones más densamente pobladas de China e India, se pueden ver fuertes indicios de emisiones de carbono.

También podemos ver en este primer plano que las emisiones de polvo provenientes del Medio Oriente y Asia Central se concentran en una región que se extiende desde Omán hasta Pakistán y sobre el desierto de Taklamakan en la provincia china de Xinjia. Los aerosoles de sal marina, aunque están presentes en muchas regiones costeras, son más frecuentes en el Mar de China Oriental y en la costa de Japón, lo que corresponde a la presencia de los tifones Soulik y Cimaron.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que los aerosoles en la visualización no son una representación directa de datos satelitales. Como todos los modelos climáticos, el modelo GEOS FP se basa en ecuaciones matemáticas que representan procesos físicos para calcular el nivel de aerosoles en nuestra atmósfera en un momento dado. Propiedades como la temperatura, la humedad, los aerosoles y los vientos también se pliegan para crear visualizaciones como esta.

En cualquier caso, lo visual cuenta una historia importante. Los delicados sistemas de nuestro planeta están interconectados, y lo que sucede en uno puede tener un efecto drástico en los demás. En este momento, el clima extremo, los incendios forestales y la desertificación son parte del mismo problema general: el cambio climático antropogénico. El seguimiento del impacto que la actividad humana ha tenido (y sigue teniendo) en los sistemas de la Tierra es uno de los propósitos principales de los satélites de observación de la Tierra.

Esta información también ayudará a los científicos, gobiernos y ONG a desarrollar estrategias de mitigación y planificar los desastres naturales que se esperan en el futuro cercano. Como hay muchos para los que debemos prepararnos, ¡tener muchos datos a nuestra disposición es imprescindible!

Los satélites Terra, Aqua y Aura son parte del Sistema de Observación de la Tierra (EOS) de la NASA, que juntos monitorean la superficie, la biosfera, la atmósfera y los océanos de la Tierra para mejorar nuestra comprensión de los sistemas planetarios integrados. Suomi NPP, que realiza una amplia gama de mediciones terrestres, oceánicas y atmosféricas, también está probando tecnologías clave para los satélites de próxima generación de la NASA: el Sistema Conjunto de Satélites Polares (JPSS).

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