A fines de 2016, docenas de empleados de la Embajada de los EE. UU. En Cuba se enfermaron después de haber escuchado ruidos misteriosos en sus hoteles u hogares. Posteriormente, informaron síntomas físicos graves, incluidos vértigo, dolores de cabeza, dolor de oído e incluso dificultades cognitivas y pérdida de audición.
Los investigadores obtuvieron una grabación de los sonidos capturados por los trabajadores de la embajada en Cuba, y el análisis de la señal acústica reveló sorprendentes similitudes con las llamadas de insectos. Una investigación adicional identificó los sonidos como la llamada del grillo de cola corta de las Indias (Anurogryllus celerinictus).
Los hallazgos, que aún no han sido revisados por pares, se presentaron en la reunión anual de la Sociedad de Biología Integrativa y Comparativa en San Francisco, y se publicaron en línea el 4 de enero en la revista de preimpresión BioRXiv.
En los meses posteriores a los presuntos ataques, algunos miembros del personal de la embajada informaron síntomas tan debilitantes que fueron retirados de sus puestos en La Habana y regresaron a los EE. UU. Para una evaluación médica. Los funcionarios estadounidenses inicialmente afirmaron que la culpa era de un arma sónica secreta, y los diplomáticos cubanos fueron expulsados de los EE. UU. En represalia, informó Live Science en agosto de 2017. (También se propusieron otras teorías, como las armas de microondas).
En el nuevo estudio, los investigadores revisaron una grabación del posible sonido ofensivo: un "zumbido" a una frecuencia de 7 kHz, o 7,000 ciclos por segundo, capturado por los trabajadores de la embajada y liberado por Associated Press. Los investigadores encontraron que el zumbido en la grabación se parecía mucho a la canción del grillo de cola corta de las Indias, "en duración, frecuencia de repetición de pulso" y en otros aspectos de los pulsos de sonido, informaron en el estudio.
Pero había una diferencia notable. Los pulsos en la grabación AP fueron irregulares, mientras que las grabaciones de campo de los grillos salvajes capturaron trinos más uniformes. Una explicación podría ser que la grabación cubana se grabó en interiores, donde el sonido podría rebotar en techos, pisos y paredes para crear un coro de eco complejo en un ritmo irregular, según el estudio.
Para probar esa hipótesis, los investigadores reprodujeron las llamadas de cricket grabadas a través de un altavoz en el interior y registraron los resultados. Descubrieron que cuando se agregaban ecos, cuando el sonido rebotaba entre superficies planas, la estructura del pulso de las grabaciones coincidía con la de la grabación AP de Cuba.
"Esto proporciona una fuerte evidencia de que una llamada de cricket resonante, en lugar de un ataque sónico u otro dispositivo tecnológico, es responsable del sonido en la grabación lanzada", escribieron los investigadores. (El análisis explica solo lo que estaba en esta grabación en particular, algo que puede o no haber estado relacionado con los síntomas reportados por los trabajadores de la embajada y otros).
El nuevo estudio no es el primero en sugerir que no había un "arma sónica" detrás de los síntomas inusuales de los trabajadores de la embajada. En febrero de 2018, los investigadores documentaron el rango de dolencias sufridas por 21 personas que trabajaban en la Embajada de los EE. UU. Y, según los informes, enfermaron en 2016 y 2017. Llegaron a la conclusión de que los síntomas simplemente no coincidían con los que podrían ser causados por ondas de sonido armadas, Live Ciencia previamente reportada.
Los hallazgos sugieren que los expertos deben observar más de cerca lo que puede haber causado estos síntomas, "así como las posibles explicaciones fisiológicas no relacionadas con los ataques sónicos", escribieron los científicos en el estudio.
Artículo original sobre Ciencia viva.