Algo salió mal el sábado (20 de abril) cuando SpaceX probó el sistema de escape de emergencia en la nave espacial Crew Dragon de la compañía. El incidente fue una mala noticia para SpaceX y el objetivo de la NASA de poner astronautas en el espacio a través de una misión comercial en el futuro cercano.
La compañía y la NASA han sido un poco cautelosas sobre la naturaleza exacta del incidente, que tanto SpaceX como el administrador de la NASA Jim Bridenstine calificaron de "anomalía" en sus declaraciones. Pero Florida Today informó que una columna de humo fue visible por "millas" alrededor de Cabo Cañaveral después del incidente. Y un video no confirmado (compartido en Twitter y luego eliminado) parecía mostrar una explosión severa en la nave espacial. No había nadie a bordo de la nave durante la prueba.
"Los equipos de la NASA y SpaceX están evaluando la anomalía que ocurrió hoy durante una parte de la prueba de fuego estática Dragon SuperDraco en SpaceX Landing Zone 1 en Florida", publicó Bridenstine en Twitter el sábado por la noche. "Es por eso que probamos. Aprenderemos, haremos los ajustes necesarios y avanzaremos con seguridad con nuestro Programa de tripulación comercial".
La nave espacial dañada era la misma cápsula Crew Dragon que viajó al espacio el 2 de marzo como parte de una misión no tripulada (llamada Demo-1) a la Estación Espacial Internacional, como informó el sitio hermano de Live Science Space.com.
La prueba de fuego estática (en la que la nave espacial se mantiene en su lugar) fue un precursor de una prueba en vivo de los propulsores SuperDraco. Estos están diseñados para levantar con seguridad la cápsula lejos del cohete en caso de emergencia. La cápsula del Dragón se estaba preparando para esa prueba.
Spaceflight Now informó que la primera misión tripulada en Dragon, llamada Demo-2, habría involucrado una nueva cápsula de Dragon. Estaba programado para algún momento después del 25 de julio, aunque Spaceflight Now informó que el lanzamiento probablemente se retrasaría varios meses antes de que ocurriera este incidente.
SpaceX no es la única compañía que trabaja para construir una nave espacial viable para misiones tripuladas. Boeing lanzará su cápsula Starliner desenroscada a finales de este año. Sin embargo, como informó Space.com, ese lanzamiento se ha enfrentado a sus propios retrasos.
Hasta que una de estas compañías haga funcionar sus cohetes tripulados, la NASA (que ha invertido en misiones comerciales tripuladas en gran medida desde la jubilación del transbordador espacial en 2011) está atrapada en los viajes de sus astronautas hacia y desde el espacio en cápsulas rusas Soyuz.