A medida que los astrónomos continúan descubriendo más exoplanetas, el enfoque ha cambiado lentamente de qué tamaños son esos planetas, de qué están hechos. Se han hecho los primeros intentos para determinar la composición atmosférica, pero uno de los hallazgos más deseables no serían los gases en la atmósfera, sino la detección de agua líquida, que es un ingrediente clave para la formación de vida tal como la conocemos. Si bien este es un desafío monumental, se han propuesto varios métodos, pero un nuevo estudio sugiere que estos métodos pueden ser demasiado optimistas.
Uno de los métodos más prometedores fue propuesto en 2008 y consideró las propiedades reflectantes de los océanos de agua. En particular, cuando el ángulo entre una fuente de luz (una estrella madre) y un observador es pequeño, la luz no se refleja bien y termina dispersándose en el océano. Sin embargo, si el ángulo es grande, la luz se refleja. Este efecto se puede ver fácilmente durante la puesta de sol sobre el océano cuando el ángulo es de casi 180 ° y las olas del océano se inclinan con reflejos brillantes y se conoce como reflexión especular. Este efecto se ilustra en órbita alrededor de nuestro propio planeta arriba y dichos efectos se usaron en la luna Titán de Saturno para revelar la presencia de lagos.
Traduciendo esto a exoplanetas, esto implicaría que los planetas con océanos deberían reflejar más luz durante sus fases crecientes que su fase gibosa. Por lo tanto, propusieron, podríamos detectar océanos en planetas extrasolares por el "destello" en sus océanos. Aún mejor, la luz que se refleja en una superficie más lisa como el agua tiende a estar más polarizada de lo que podría ser de otra manera.
Las primeras críticas a esta hipótesis se produjeron en 2010 cuando otros astrónomos señalaron que se pueden producir efectos similares en planetas con una capa de nubes gruesas que podrían imitar este efecto deslumbrante. Por lo tanto, el método probablemente no sea válido a menos que los astrónomos puedan modelar con precisión la atmósfera para tener en cuenta su contribución.
El nuevo documento presenta desafíos adicionales al considerar aún más la forma en que probablemente se distribuiría el material. Específicamente, es bastante probable que los planetas en las zonas habitables sin océanos puedan tener capas de hielo polar (como Marte) que son más reflectantes a su alrededor. Dado que las regiones polares constituyen un porcentaje mayor del cuerpo iluminado en la fase creciente que durante el giboso, esto naturalmente conduciría a una disminución relativa de la reflectividad general y podría dar falsos positivos para un destello.
Esto sería especialmente cierto para los planetas que son más oblicuos (están "inclinados"). En este caso, los polos reciben más luz solar, lo que hace que los reflejos de cualquier capa de hielo sean aún más pronunciados y enmascaran aún más el efecto. Los autores del nuevo estudio concluyen que esta y otras dificultades "limitan severamente la utilidad de la reflexión especular para detectar océanos en exoplanetas".