Llámalo nublado con poca probabilidad de albóndigas. El mundo alienígena Kepler-7b, un mundo muy reflexivo en grandes telescopios, tiene nubes en su atmósfera superior. Y los científicos han sido capaces de mapearlos, a pesar de la gran distancia del planeta desde la Tierra (al menos a 1,000 años luz de distancia).
Es la primera vez que los científicos han podido trazar nubes en un mundo fuera del sistema solar. Si podemos ver las nubes, entonces podemos comenzar a pensar en el clima de un planeta, lo que lo convierte en un hito importante en la comprensión de las condiciones en otros mundos.
"Kepler-7b refleja mucha más luz que la mayoría de los planetas gigantes que hemos encontrado, lo que atribuimos a las nubes en la atmósfera superior", dijo Thomas Barclay, científico de Kepler en el Centro de Investigación Ames de la NASA. "A diferencia de los de la Tierra, los patrones de nubes en este planeta no parecen cambiar mucho con el tiempo, tiene un clima notablemente estable".
Así es como lo hicieron los científicos:
- Las observaciones preliminares con el telescopio espacial Kepler, que fue diseñado para cazar planetas hasta que una segunda rueda de reacción fallara a principios de este año, encontraron "fases similares a la luna" en Kepler-7b. Estos mostraron un punto brillante en el hemisferio occidental.
- El telescopio espacial Spitzer de la NASA midió la temperatura de Kepler-7b usando luz infrarroja, calculándola entre 1.500 y 1.800 grados Fahrenheit (815 y 982 grados Celsius).
- Algo estaba sucediendo claramente, ya que el planeta está extremadamente cerca de su estrella; solo a 0.06 distancias de la Tierra al Sol. La temperatura era demasiado fría. Descubrieron que la luz se reflejaba en las nubes en el lado oeste del planeta.
Otro hecho interesante: ¡Kepler-7b, como Saturno, flotaría si se pusiera en una tina de agua lo suficientemente grande!
Puede leer más detalles en el documento técnico en línea aquí. El estudio, que fue dirigido por el Instituto de Tecnología de Massachusetts, ha sido aceptado en el Astrophysical Journal, pero aún no se ha publicado.
Fuente: NASA