El manuscrito ilegible de Voynich ha eludido a los lingüistas y criptógrafos desde que fue descubierto por un vendedor de libros antiguos en 1912.
Con fecha de carbono de principios del siglo XV, el libro está escrito en un idioma desconocido que nunca se ha encontrado en ningún otro lugar y está lleno de dibujos igualmente desconcertantes; Además de las representaciones de los signos del zodíaco, ninguna de las ilustraciones se reconoce inmediatamente como símbolos u objetos del mundo real (para gran entusiasmo de los antiguos teóricos de la conspiración alienígena).
La naturaleza sin sentido del texto ha llevado a algunos a descartar el manuscrito Voynich como un engaño de la era del Renacimiento. Pero los investigadores que volvieron a visitar el libro dicen que las palabras en sus folios están organizadas con las características reveladoras de un lenguaje real.
Marcelo Montemurro, físico de la Universidad de Manchester, y su colega Damián Zanette no descifraron exactamente el código Voynich en su reciente estudio publicado en la revista PLOS One. Sin embargo, encontraron que "Voynichese" se adhiere estadísticamente a las reglas lingüísticas.
Principalmente, Montemurro y Zanette dicen que el manuscrito sigue la ley de Zipf, que sostiene que la palabra más frecuente en los idiomas naturales aparecerá aproximadamente el doble que la segunda palabra más común y tres veces más que la tercera palabra más común, y así sucesivamente. Las secuencias simbólicas aleatorias no muestran el mismo patrón tan fuerte, dicen los investigadores.
"Si bien el misterio de los orígenes y el significado del texto aún no se han resuelto, la evidencia acumulada sobre la organización en diferentes niveles, limita severamente el alcance de la hipótesis del engaño y sugiere la presencia de una estructura lingüística genuina", concluyeron Montemurro y Zanette.
Algunos académicos ignoraron los hallazgos, diciendo que todavía están convencidos de que el manuscrito es simplemente un engaño, no un lenguaje perdido o un código indescifrable.
"Se ha aceptado durante décadas que las propiedades estadísticas de Voynichese son similares, pero no idénticas, a las de los idiomas reales", dijo a la BBC Gordon Rugg, investigador de la Universidad de Keele. "No creo que haya muchas posibilidades de que el manuscrito de Voynich sea simplemente un idioma no identificado, porque hay demasiadas características en su texto que son muy diferentes de cualquier cosa encontrada en cualquier idioma real".
Rugg agregó que hay características que en el texto son inconsistentes con la mayoría de los códigos secretos, como la separación de palabras, lo que en teoría facilitaría la descifración.